jueves, 8 de mayo de 2014

Amos y Esclavos

"Somos dueños de nuestros actos y esclavos de sus consecuencias"

Aún cuando en la infancia no somos dueños de la totalidad de nuestros actos por un instinto superior de protección (Padre), que toma las riendas de la dirección de nuestra vida bajo el amor sumiso de nuestra Madre, así las causas afectan a nuestro carácter. La causa es parte de nuestro aprendizaje, independientemente de quién tome la decisión, ya que la causa es para quien ejecute la acción.

Cuando somos niños aún no hemos tomado conciencia de ello. Al crecer vamos siendo dueños de esta nuestra conciencia, y con ella, de sus consecuencias. Por eso es tan importante romper ese cordón umbilical que nos une con nuestra raíz terrenal, para poder aprender de nuestros actos, de sus causas, y que ambas sean propias, para no derrumbarnos ante las causas que otros provocan.

En el instante en que decidimos que estas decisiones han de ser nuestras, nos hacemos Señores de sus consecuencias.

NO convirtamos un consejo u opinión del prójimo en una decisión propia sin haber discernido con claridad así la forma como la causa plausible.

Cada uno tiene una carga que soportar, y ésta ha de ser únicamente nuestra. Abandonad el peso de cargas heredadas, y comenzad a vivir con plenitud, llevando únicamente nuestra propia piedra que hemos de desbastar.

Una vez podamos entender esto, dejaremos de culpar a nuestro Padre, Madre, Hermano, amigo o vecino, y podremos vernos cara a cara con nuestros egos, sin espejos ni falsos reflejos.


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